Tantas vueltas se ha dado en la prensa con el tema de la conciliación familiar que quizá alguien crea que esto es posible, ¡ conciliar la vida familiar y el trabajo!
El momento cumbre para ver que esto no es posible es el verano.
Los niños no tienen clase y en muchos casos los dos progenitores trabajan.
La solución en muchos casos pasa por que los abuelos ejerzan de padres de facto.
A todo abuelo que se precie le encantará pasar el máximo tiempo disfrutando de sus nietos.
Pero cuando dicha actividad se convierte en obligación diaria y no puede ser evitada, al final es un duro trabajo, para personas que ya dieron lo mejor de sus prestaciones físicas y que ahora deberían disfrutar de un merecido descanso.
En otros casos los niños son "aparcados" en guarderías, campamentos, ludotecas, clubes o escuelas de verano ...
Ese es el eufemismo con el que se designan esos espacios para aparcar a los hijos.
Y no es que esté en contra de los campamentos, las escuelas de deporte o similares.
Al contrario, es algo muy beneficioso para la formación del niño.
Pero no puede ser bueno cuando el niño, pasa TODO el verano metido en actividades que de promedio le suponen estar alejado de sus padres hasta 10 horas diarias.
Recogemos lo que sembramos, con la atención a la infancia pasa lo mismo.
Ni los profesores, ni monitores de campamentos, ni la playstation, etc pueden sustituir el papel de los padres en la educación de nuestros hijos.
La incorporación masiva de la mujer al mercado labora debiera haber sido una mejora social.
Pero el efecto ha sido el contrario. Actualmente muchas familias necesitan del salario de los dos
padres para poder subsistir económicamente.
En un ejemplo más (espero en breve hablar de otros) de como una supuesta ventaja para la población es convertida por un sistema capitalista en una nueva atadura.
He tratado de buscar información de la problemática de las familias trabajadoras con hijos, en verano, en los medios e internet.
En lo poco que se encuentra, no se trata el asunto como un problema, ni sus orígenes.
Por lo general se asume y se vende por parte de empresas, ayuntamientos, políticos, sindicatos ... como una ventaja social, que la solución pasa por tener mas "aparcaniños" y con horarios mas amplios.
Y aquí me manifiesto claramente.
ES UNA ABERRACIÓN Y UN ATRASO SOCIAL EL TENER QUE LEVANTAR CASI TODOS LOS DÍAS DEL VERANO A NIÑOS, INCLUSO DE CORTA EDAD, A HORAS INTEMPESTIVAS (5, 6,7 ... DE LA MAÑANA) PARA METERLOS EN UN ALMACÉN, SE LLAME GUARDERÍA, CAMPAMENTO, ETC. DURANTE BUENA PARTE DEL DÍA.
Desde luego, ni los empresarios, ni sus fieles políticos y sindicalistas van a hacer gran cosa.
Será en gran medida la actitud de los padres ante este problema, la que pueda dar solución.
Dando prioridad al tiempo que pasamos con nuestros hijos, pidiendo reducción de jornada.
Renunciando uno de los progenitores al trabajo, si esto nos permite subsistir aunque esto suponga una merma importante de ingresos.
Antes están los niños, que un buen coche, un crucero, cenas en restaurantes de nivel y demás lujos. Que sepan que tragamos casi de todo en el trabajo, pero que no vamos a pasar por el abandono de nuestros hijos.
El momento cumbre para ver que esto no es posible es el verano.
Los niños no tienen clase y en muchos casos los dos progenitores trabajan.
La solución en muchos casos pasa por que los abuelos ejerzan de padres de facto.
A todo abuelo que se precie le encantará pasar el máximo tiempo disfrutando de sus nietos.
Pero cuando dicha actividad se convierte en obligación diaria y no puede ser evitada, al final es un duro trabajo, para personas que ya dieron lo mejor de sus prestaciones físicas y que ahora deberían disfrutar de un merecido descanso.
En otros casos los niños son "aparcados" en guarderías, campamentos, ludotecas, clubes o escuelas de verano ...
Ese es el eufemismo con el que se designan esos espacios para aparcar a los hijos.
Y no es que esté en contra de los campamentos, las escuelas de deporte o similares.
Al contrario, es algo muy beneficioso para la formación del niño.
Pero no puede ser bueno cuando el niño, pasa TODO el verano metido en actividades que de promedio le suponen estar alejado de sus padres hasta 10 horas diarias.
Recogemos lo que sembramos, con la atención a la infancia pasa lo mismo.
Ni los profesores, ni monitores de campamentos, ni la playstation, etc pueden sustituir el papel de los padres en la educación de nuestros hijos.
La incorporación masiva de la mujer al mercado labora debiera haber sido una mejora social.
Pero el efecto ha sido el contrario. Actualmente muchas familias necesitan del salario de los dos
padres para poder subsistir económicamente.
En un ejemplo más (espero en breve hablar de otros) de como una supuesta ventaja para la población es convertida por un sistema capitalista en una nueva atadura.
He tratado de buscar información de la problemática de las familias trabajadoras con hijos, en verano, en los medios e internet.
En lo poco que se encuentra, no se trata el asunto como un problema, ni sus orígenes.
Por lo general se asume y se vende por parte de empresas, ayuntamientos, políticos, sindicatos ... como una ventaja social, que la solución pasa por tener mas "aparcaniños" y con horarios mas amplios.
Y aquí me manifiesto claramente.
ES UNA ABERRACIÓN Y UN ATRASO SOCIAL EL TENER QUE LEVANTAR CASI TODOS LOS DÍAS DEL VERANO A NIÑOS, INCLUSO DE CORTA EDAD, A HORAS INTEMPESTIVAS (5, 6,7 ... DE LA MAÑANA) PARA METERLOS EN UN ALMACÉN, SE LLAME GUARDERÍA, CAMPAMENTO, ETC. DURANTE BUENA PARTE DEL DÍA.
Desde luego, ni los empresarios, ni sus fieles políticos y sindicalistas van a hacer gran cosa.
Será en gran medida la actitud de los padres ante este problema, la que pueda dar solución.
Dando prioridad al tiempo que pasamos con nuestros hijos, pidiendo reducción de jornada.
Renunciando uno de los progenitores al trabajo, si esto nos permite subsistir aunque esto suponga una merma importante de ingresos.
Antes están los niños, que un buen coche, un crucero, cenas en restaurantes de nivel y demás lujos. Que sepan que tragamos casi de todo en el trabajo, pero que no vamos a pasar por el abandono de nuestros hijos.
